La salud de las articulaciones desempeña un papel importante en el mantenimiento de la calidad de vida a lo largo de los años. Un estilo de vida activo y el ejercicio regular pueden contribuir en gran medida a mantener las articulaciones en buen estado. He aquí algunos aspectos clave de cómo el deporte ayuda a mantener sanas las articulaciones:
Fortalecimiento muscular.
El ejercicio regular ayuda a fortalecer los músculos que rodean las articulaciones, lo que reduce la tensión en las propias articulaciones. Unos músculos fuertes absorben parte del impacto de caminar, correr o saltar, protegiendo las superficies articulares del desgaste.
Mantener un peso óptimo.
El sobrepeso ejerce una presión adicional sobre las articulaciones, especialmente las rodillas y las caderas. El ejercicio puede ayudar a controlar el peso y reducir el riesgo de osteoartritis y otras enfermedades articulares.
Mejora de la circulación sanguínea.
La actividad física estimula la circulación sanguínea, proporcionando nutrientes y oxígeno a las articulaciones. Esto favorece la reparación de los tejidos y mejora el funcionamiento de las articulaciones.
Mayor flexibilidad y amplitud de movimiento.
Los ejercicios regulares de estiramiento y flexibilidad ayudan a mantener y mejorar la amplitud de movimiento de las articulaciones, evitando que se vuelvan rígidas y reduciendo el riesgo de lesiones.