Las tecnologías de realidad virtual (RV) y realidad aumentada (RA) están abriendo nuevos caminos en la educación al proporcionar oportunidades únicas de inmersión, interacción y aprendizaje. Estas tecnologías ofrecen métodos de enseñanza innovadores que pueden mejorar la comprensión de conceptos complejos, aumentar el compromiso de los estudiantes y proporcionar experiencias prácticas en un entorno seguro y controlado.
La RV en la educación permite un entorno de aprendizaje totalmente inmersivo en el que los estudiantes pueden sumergirse en un mundo virtual que imita escenarios reales o fantásticos. Esto es especialmente útil para el estudio de la historia, la geografía, la biología y la astronomía, donde los estudiantes pueden explorar acontecimientos históricos, países lejanos, el funcionamiento interno del cuerpo humano o incluso otros planetas sin salir de su aula. Este enfoque no sólo mejora la comprensión del material didáctico, sino que también aumenta significativamente la motivación de los alumnos por aprender.
La RA añade objetos virtuales al mundo real, permitiendo a los alumnos interactuar con ellos a través de teléfonos inteligentes, tabletas o gafas especializadas. Puede utilizarse para visualizar modelos científicos complejos, como la estructura molecular de la materia o los mecanismos de funcionamiento de diversos dispositivos técnicos. La realidad aumentada hace que el aprendizaje sea más interactivo y comprensible al permitir a los estudiantes “ver” ideas abstractas en un contexto del mundo real.
Una de las principales ventajas de las tecnologías de RV y RA en la enseñanza es la posibilidad de realizar actividades prácticas en entornos en los que los experimentos en el mundo real pueden resultar peligrosos, caros o técnicamente imposibles. Por ejemplo, los estudiantes de medicina pueden realizar intervenciones quirúrgicas en realidad virtual, adquiriendo la experiencia práctica necesaria sin poner en peligro la vida de los pacientes. Del mismo modo, los estudiantes de ingeniería pueden diseñar y probar estructuras en un entorno virtual, reduciendo significativamente los costes de material y evitando posibles accidentes.