La aceptación social es otro aspecto clave. A pesar de los beneficios potenciales, algunas personas expresan su preocupación por la seguridad de los vehículos no tripulados y la pérdida de control personal sobre el vehículo. Por lo tanto, la concienciación pública y la demostración de las ventajas de los vehículos autónomos mediante proyectos piloto y programas educativos son pasos importantes para su adopción generalizada.
Hasta la fecha, en algunas regiones del mundo ya existen servicios comerciales que utilizan vehículos no tripulados, como taxis y reparto de mercancías. Estos proyectos permiten evaluar el potencial de la tecnología y detectar posibles problemas en una fase temprana.
En general, aunque todavía quedan muchos retos por delante para la adopción generalizada de los vehículos no tripulados en nuestra vida cotidiana, los avances tecnológicos y el creciente interés por los vehículos autónomos auguran una buena evolución de esta revolución en el mundo del transporte. Podemos esperar que los vehículos no tripulados se conviertan en algo habitual en los próximos 10-20 años, cambiando radicalmente nuestra forma de concebir la movilidad, la logística y la planificación urbana.