En el campo de la inteligencia artificial, los ordenadores cuánticos pueden mejorar significativamente la velocidad y la calidad del aprendizaje automático, haciendo que la inteligencia artificial sea más potente y accesible. Esto podría dar lugar a importantes avances en automatización, robótica y análisis de datos.
Las tecnologías cuánticas también tienen el potencial de cambiar radicalmente el campo de la ciberseguridad. Por un lado, podrían amenazar los sistemas criptográficos existentes, haciéndolos vulnerables al descifrado cuántico. Por otro, el desarrollo del cifrado cuántico puede ofrecer un nuevo nivel de protección de datos inalcanzable para las tecnologías clásicas.
A pesar de su enorme potencial, la realización de los ordenadores cuánticos se enfrenta a serios retos técnicos y teóricos. Crear y mantener estados de superposición y entrelazamiento requiere temperaturas extremadamente bajas y protección frente a cualquier influencia externa, lo que hace que los ordenadores cuánticos sean complejos y caros de realizar.
Sin embargo, a medida que prosiguen la investigación y el desarrollo en este campo, los ordenadores cuánticos están cada vez más cerca de convertirse en una realidad que cambiará el mundo. Se espera que en un futuro próximo encuentren su aplicación en tareas especializadas que requieran una potencia de cálculo significativa y que poco a poco se hagan más accesibles a un amplio abanico de usuarios, abriendo nuevos horizontes en la ciencia, la medicina, la tecnología y más allá.